viernes, 7 de febrero de 2014

El gran dictador Un amargo Charlot en la Alemania nazi

Chaplin en el papel de Hitler
Chaplin en el papel de Hitler

Título original: The great dictator; Año: 1940; Director: Charles Chaplin; Nota: 6.

Sinopsis: Las vicisitudes de un barbero judío y de Adolf Hitler en la Alemania de 1938.

Crítica: Mientras visionaba la película, no he podido evitar pensar durante casi toda su duración en el año de su rodaje, 1940. En que en ese año es plausible que todos los personajes en los que se inspira, seguían vivos. En que un dictador y un barbero judío coexistían en Alemania. Este hecho y algunas frases desafortunadas o demasiados optimistas me han dejado un sabor amargo. Es triste pensar que Charlot (es innegable que en esta cinta sigue siendolo) probablemente haya desaparecido en un campo de exterminio pocos años después de esta película.

Otros dos aspectos: el aparente desinterés de Chaplin en adaptarse al cine sonoro y la superficialidad con la que trata el tema (aunque se arrepintiese al conocerse la magnitud del genocidio).

Rupturas:

Chaplin en el papel Chaplin
Chaplin en el papel de Chaplin
Número: 1
Minuto: 119
Durada: 3 minutos
Método: El personaje habla al espectador; El actor habla al espectador
Intensidad: 7

El barbero judío, haciéndose pasar por el dictador, da un discurso frente a su ejercito y retransmitido por radio a todo el mundo. Poco a poco su mirada se fija en nosotros, los espectadores de la película. Es un discurso especular al del inicio de la película y dado por Hitler, pero esta vez es evidente que habla con nosotros. Increíble que al final de dicho discurso el barbero se agite de una forma parecida a la del dictador. El mensaje es completamente diferente pero las formas son parecidas. Poco a poco también nos damos cuenta de que quien habla ya no es el barbero sino el mismo Chaplin (entre otras razones por el lenguaje que utiliza y por referirse al evangelio).

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