miércoles, 5 de febrero de 2014

Nunca digas nunca jamás Nunca jamás

La elegancia se lleva por dentro
La elegancia se lleva por dentro

Título original: Never Say Never Again; Año: 1983; Director: Irvin Kershner; Nota: 4.

Sinopsis: James Bond tras el rastro de dos armas nucleares robadas por la organización criminal SPECTRA.

Crítica: Unas cuantas frases de James Bond con un exquisito humor inglés no son suficientes para salvar esta película que por lo demás me ha parecido una sucesión de escenas mal hiladas. Como muestra de su "bondicidad" hay una secuencia en la que es lanzado dentro de un misil desde un submarino, el misil se abre y sale Bond volando en uno de esos artefactos monoplaza voladores.
Necesitaba otras dos o tres ambientaciones y luchas, alguna que otra escena absurda y el género hubiera cambiado a comedia y la nota hubiera subido a 8 superando sin duda a todas las parodias.

Rupturas:

"Nunca jamás seré Bond"
"Nunca jamás seré Bond"
Número: 1
Minuto: 129
Durada: 2 segundos
Método: El personaje mira al espectador
Intensidad: 4

Justo al final, James Bond (Sean Connery) besa a la chica y nos guiña el ojo. Casi me entra la risa.

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