Voyeurismo |
Título original: Rear window; Año: 1954; Director: Alfred Hitchcock; Nota: 10.
Sinopsis: Un fotógrafo observa la vida de sus vecinos a través de unos prismáticos.
Crítica: Después de 60 años no ha perdido nada. Atrapa y no te suelta hasta el final y lo bueno es que ni siquiera es importante saber si finalmente su vecino es un asesino o no lo es.
Rupturas:
¿Asesino o muy reservado? |
Minuto: 101
Durada: 2 segundos
Método: El personaje mira al espectador
Intensidad: 9
Esta es otra de esas películas sobre las que tengo dudas. En realidad el malo mira al personaje de James Stewart. Pero aún así recuerdo perfectamente que la primera vez que vi esta película, durante un instante, tuve la sensación de que me miraba a mí. En cierto sentido, los voyeurs somos nosotros y el personaje de Stewart solo es un intermediario (como los prismáticos lo son para él).
En esta película la cuarta pared puede ser muchas cosas: la pantalla del cine, la cámara de cine, las lentes del prismático o de la cámara fotográfica o, mejor aún, la ventana indiscreta que da el título a la película.
El final me parece muy interesante. El personaje del malo (Raymond Burr) entra en la habitación del fotógrafo, rompiendo en cierto sentido la cuarta pared de esa habitación (que al inicio solo era de espectadores), porqué se ha cansado de que estos espectadores entren en su esfera privada. No tolera que se confunda lo que está en escena con lo que no lo está. No soporta que personaje y espectador puedan compartir un mismo espacio y por esta razón tira por la ventana a James Stewart. Lo tira literalmente por la cuarta pared.
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